David Fincher (el aclamado director de E"l Club de la Lucha") no me defraudó. Una adaptación de la novela de Gillian Flynn (también guionista del film) convertida en Trhiller impresionante. Un juego de narradores sutil, una mirada al mundo de apariencias y el problema (universal) de la verdad. Una película que quizás nos advierte de los cauces de la locura moderna, pero especialmente el mundo de la posverdad y del problema del escrache. La actuación de Rosamund Pike se lleva todos los premios.
Por último, en pos de esta recomendación, en una Argentina convulsionada por la inseguridad y en la que los medios han ocupado un lugar acusatorio y alimentador del morbo público, y donde los hombres van camino a ser culpables hasta que se demuestre lo contrario, esta película sirve para ver los intersticios por los cuales puede circular la realidad.
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