martes, 31 de marzo de 2020

Philip Glass - Itaipu




Philip Glass, uno de los tantos hijos de la prestigiosa escuela Juilliard (conservatorio de Nueva York), compuso en 1989 la obra Itaipu, obra inspirada en esa represa, la más grande del mundo. Glass había viajado allí para retratar la exuberancia de las cataratas del Iguazú y terminó haciendo apología de la destrucción de la naturaleza. La represa de Itaipú significó un gran progreso para la región, pero también una catástrofe ecológica sin precedentes en esta parte del mundo: la desaparición de las cataratas del Guairá. Glass fue preso del ilusionismo tecnológico y para él "la piedra que canta" (eso significa Itaipu en guaraní) era la represa. Para mí, que tengo todavía conciencia poética y ecológica, me gusta escuchar esta obra como un homenaje inconsciente a las verdaderas piedras que siguen cantando a pesar de su extinción, a los Saltos del Guairá.


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