En la antigüedad, los egipcios construyeron tumbas inmensas para conmemorar a sus faraones. Para cuidarlas de su profanación se preocuparon de hacer trampas letales. El hombre moderno continúa con dichas prácticas y creencias. Esta "tumba" de la foto es la del "dios" ´plutonio ( elemento radiactivo por excelencia usado en la bomba Fat Man en Nagasaki ) ubicada en la isla Runit (Islas Marshall). Allí, el curioso que pretenda profanarla encontrará la muerte letal. Una diferencia, sin embargo, existe con las demás tumbas antiguas; El Domo de Runit -como lo suelen llamar también- no ensalza al dios de su tumba, sino que lo esconde pomposamente porque su poder es incontrolable para el hombre. Cuando se despierta a la fiera el hombre moderno lo único que ha hecho con tanta tecnología es simplemente ocultar el desastre. Esa es para mí la versión que un futuro antropólogo del próximo siglo (si es que sobrevivimos a las miles de tumbas que se abrirán irremediablemente) deberá buscar al sentido de nuestra existencia bárbara. 85 mil metros cúbicos de de desechos radiactivos, jutandos de aquellos experimentos nucleares en el pacífico en los 50 y 60 yacen olvidados en una de las más grandes "tumbas" de la boludez humana.
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