jueves, 2 de abril de 2020

la violencia





En los años 20 del siglo pasado, cuando se da la orden de soltarle la cadena a los sabuesos del brazo represivo del Estado para aplastar manifestaciones populares, huelgas, manifestaciones pacifistas, inaugurando así la etapa oficial de la represión estatal moderna, Walter Benjamin nos enseñaba con bastante antelación qué significaba todo esto. Decía que la yuta no tiene el propósito de proteger la ley sino el monopolio del derecho a establecer dicha ley. Mediante el ejercicio de la violencia en contra de aquellos que ponen en entredicho la ley imperante, ésta se reafirma así misma. Pero con esta violencia misma algo podrido de la ley queda expuesto, que no la justicia de la misma (como dicen hoy nuestros medios de comunicación), sino su monopolio de poder violento y físico de determinar, a fin de cuentas, lo que es la justicia.
Cuando la soberanía “democrática” se enfrenta al pueblo con toda la violencia que monopoliza como la encarnación “legítima” del pueblo está, de hecho, dando fe de su no-identidad con el pueblo.

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