Para muchos el cómic se vincula con la idea de un arte "entretenedor", pero ese -para mí- prejuicio cultural es infundado cuando hablamos por ejemplo del cómic de este vasco Santiago Valenzuela que representa una gran obra de arte llamada "Las aventuras del capitán Torrezno". La fantasía, la aventura no es simplemente la presencia de un espectáculo pirotécnico efímero; en esta historieta las andanzas de un antihéroe van dejando huellas en el lector que quedará asombrado de la solidez de la historia. La coherencia es una propiedad fundamental de un texto, pero más se acerca a lo magistral cuando pretende -y lo logra- unir elementos contradictorios como el caso de "Las aventuras del capitán Torrezno". Esta historieta tiene todo, desde un dibujo esmerado, derroche de maravillas, inquisiciones filosóficas, perspectivas sublimes, detalles hasta para el más exigente, y por sobre todo, una épica que antes de ser "sedativa" es más bien una inversión de tiempo a favor del enriquecimiento personal. Un gran descubrimiento que comparto.
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