miércoles, 1 de abril de 2020

Closer


Leí por ahí que algún amigo se le activó la memoria de viejos temas de viejas y emblemáticas bandas, como Tears For Fears y New Order. Esta última, a mí me activa el recuerdo de uno de los discos más grosos de post-punk que haya dado Inglaterra, y que supo ser, además, la carta de despedida del experimentalista Ian Curtis. La portada del disco no sólo es impactante, sino que los diseñadores colocaron una tumba (de la familia Appiani-Italia) en clara intención de darle funeral al recién suicidado Curtis. Nada quedó de aquella formación de los 70, solo la oscuridad de sus letras y sus ritmos desconcertantes. Algo que nunca habrá que dejar de hacer es eso que aquel amigo realiza, la de activar la memoria, y volver a la fuente, siempre a la fuente, para beber del verdadero néctar y no de esas nuevas invenciones (el néctar artificial) que la apilcultura musical nos viene acostumbrando a consumir como bueno.


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